domingo, 16 de noviembre de 2014

Turquía y las ensaladas

No es que en España hagamos malas ensaladas, ni que seamos poco creativos. A mí siempre me gusta innovar y aprender otras formas de hacer las cosas. Nuevos aliños y nuevas formas de presentar vegetales crudos es siempre un gran descubrimiento.

Ya conocía el Sumak y el Nar Eksili (Debs Ramane), pero tras volver de Turquía y traer un buen cargamento del primero y hacer otro tanto del segundo estoy disfrutando de ensaladas con un toque diferente.


Hay varios trucos que van a darle a las ensaladas un aire que no es al que estamos acostumbrados pero que nos puede sorprender:

El primero pasa por añadir abundantes hierbas aromáticas frescas a nuestra ensalada, por ejemplo un buen manojo de perejil, otro de eneldo y unas hojas de hierbabuena.

El segundo es cambiar de mentalidad acerca del aliño (no para siempre, sólo un par de veces). Prescindiremos de nuestro querido aceite de oliva virgen extra y de nuestros vinagres. Y diremos...¿qué le echo ahora a la ensalada? la respuesta es una cucharada de Sumak (unas bayas trituradas de color rojo/púrpura, con un sabor ácido y aromático) y un buen chorro de Nar eksili (En Turquía) o Debs Ramane (en Líbano) que es una melaza de granada que ocupa con creces el lugar del vinagre. Podemos añadir un poco de aceite de sabor muy suave...la idea es no tapar el sabor del sumak y del Nar Eksili con el fuerte sabor del aceite de oliva virgen.

Un tercer cambio es poner mucha menos lechuga que la que acostumbramos y picar en trozos pequeños el resto de ingredientes: pepino, cebolla, pimiento, rabanitos,...

A continuación os muestro una foto en detalle del Sumak, sabed que si viajáis a Turquía podéis encontrarlo desde100 Liras turcas/Kg en sitios turísticos hasta por 10 Liras/Kg en mercados no turísticos. Ojo con los precios. En España se consigue con relativa dificultad según donde vivamos.


Y en cuanto a la melaza de granada os recomiendo hacerla directamente. Todo lo que hace falta es zumo de granada, sal y se le puede echar un poco de limón. El zumo de granada lo podéis hacer natural o cada vez con más facilidad encontrarlo envasado.

Todo lo que hay que hacer es cocer el zumo de granada hasta que se espese, de nuestra mano queda si queremos oscurecerlo más o menos (dependiendo de si lo dejamos caramelizar un poco o no). Una vez reducido le añadimos sal y si queremos un poco de zumo de limón. Se conserva en la nevera varias semanas.


Son sencillamente nuevas ideas para enriquecer nuestra cocina con ingredientes naturales.




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